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Artes Plásticas / México: Arte heterodoxo y subterráneo, en póquer de muestras en el Chopo

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Grafiti monumental y piñatas elaboradas en el Mercado de Sonora. (Foto: Carlos Cisneros)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 18 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- El Museo Universitario del Chopo inaugura cinco exposiciones. Hotel Garage: la réplica del letrero de un cinco letras de paso en grafos monumentales de metal que ocupa en solitario la Galería Central, y en la sala contigua un grafiti y una escultura hecha con piñatas adquiridas en el Mercado de Sonora, son tan sólo el preámbulo de un quinteto que abrió ayer. Una nota de Alondra Flores para La Jornada:

La degradación y la excitación en un efímero muro lleno de grafiti; estructuras urbanas que rodean al museo; la atrocidad del nazifascismo y la guerra hecha tinta; un jardín de muebles convertidos en esculturas y la escena underground del fanzine son las características del póquer artístico que se expande por el Palacio de Cristal en forma de óleos, dibujos, instalación, escultura y grabados.

José Luis Paredes Pacho, director del museo universitario, expresó que cuatro líneas estratégicas dictan el espíritu del conjunto de expresiones artísticas: la exploración de heterodoxias culturales y la subterraneidad; las redes sociales, los dispositivos tecnológicos y economías creativas; el museo como centro articulador del espacio urbano y, por último, la historia y colección del museo, así como su carácter patrimonial.

«Es el plan estratégico que diseñé cuando llegué al museo en mayo de 2012, que pretende darle un perfil muy definido para que el público sepa qué puede encontrar en este recinto,» afirmó.

El artista estadunidense David Choe vuelve a la escena artística tras cuatro años de ausencia y expone por primera vez en América Latina con Snowman Monkey BBQ, serie de imágenes crudas y frenéticas en la técnica dirty stile que propone esta controversial y millonaria personalidad. Se exhiben grafitis, acuarelas y dibujos, algunos realizados en colaboración con Pedro Friedeberg. Su obra, en palabras de Paredes Pacho, «precisamente es producto de todas estas expresiones culturales de origen subterráneo, con contenidos heterodoxos.»

Las estructuras publicitarias luminosas de los numerosos hoteles de paso que rodean al Museo del Chopo, ubicado en la colonia Santa María la Ribera (Dr. Enrique González Martínez 10), son la materia que retoma Daniel Alcalá en Hotel Garage. La relación con el contexto urbano e histórico es explorada en la instalación en gran formato, acompañada por dibujos, fotografías y documentos de una investigación sobre la zona y la prostitución agudizada a la par de la desaparición de la estación de trenes Buenavista.

Contra el fascismo. Gráfica política en la colección del MUCh reúne parte de la colección del museo universitario y presenta 18 piezas del pintor vasco Agustín Ibarrola Goicoechea, pertenecientes a la serie Guernica (1970) y denuncia las atrocidades cometidas durante la guerra civil española. La muestra se complementa con obras de los integrantes del Taller de la Gráfica Popular, agrupación fundada en México en 1937.

La relación entre el diseño y arte moderno en una instalación de esculturas conforman La historia, ella misma y yo, de Édgar Orlaineta, quien realizó la adaptación lúdica de muebles modernos, aunado a fotografías, obra gráfica y documentos históricos que trazan el camino desde la investigación hasta el resultado final de las obras.

Finalmente, Clipart for fanzines expone trabajos realizados entre 1987 y 1994 por la escena underground, provenientes del acervo de Miki Guadamur, quien formó parte de ese movimiento. «La exposición activa nuestro centro de información que tiene el museo, pero quisiéramos que la documentación del recinto se afrontara pensando en las escenas que albergó desde 1975 y durante los años 80. Es decir, las reivindicaciones de género, las nuevas prácticas en las artes visuales, el rock, experimental y subterráneo marginado, el performance, la literatura experimental, hacer la historia detrás de estas escenas», detalló el director del Museo Universitario del Chopo.



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Literatura / Entrevista a Pilar del Río

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La presidenta de la Fundación Saramago (Foto: Archivo)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 18 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- Durante 24 años vivió junto al Premio Nobel de Literatura. Vino a la Argentina para una serie de homenajes al autor de Memorial del convento. «El decía que lo más triste era morirse y saber que el mundo seguía siendo este infierno para tantos millones de personas», señala en la entrevista de Silvina Friera para Página/12:

Vivir todos los días como si fuera el primero. Como si fuera el último. Pilar del Río –lo ha dicho su compañero de ruta– tiene una conciencia muy clara acerca del mundo en que vive. Ver, oír y no callar ciertamente es lo que mejor define su carácter, su temperamento. Su modo de ser y de estar. La idea del cansancio es una herejía «cuando nos corre sangre por las venas». Si algo no le gusta, suelta un ¡qué horror! que perfora el aire. Nada más lejano que el medio tono, la apatía o la distancia que muchas veces imponen los buenos modales. Puede ser cabrona y cálida en una misma frase, compasiva y exagerada. Jamás mezquina o indiferente. Aquí y ahora, en el piso catorce de la editorial Alfaguara, se empeña en vencer –y lo consigue– un percance tecnológico con el «ordenador de José». Entonces, finalmente, la editora Julia Saltzmann y el periodista y escritor Reynaldo Sietecase pueden escuchar una pequeña maravilla: el disco-libro En esta esquina del tiempo, en el que Luis Pastor canta poemas del escritor portugués. «Alzo una rosa, y todo se ilumina.» Ese verso logra lo que no consigue el sol de la tarde: encender la mirada de todos. Pilar se acurruca en uno de los sillones. Luego mueve despacio las manos con la cadencia inconfundible de una andaluza. Viene a la mente otro verso que acaso condensa lo que ocurre en las pupilas radiantes de esta periodista, traductora y presidenta de la Fundación José Saramago: «Amor es fuego que arde sin verse».

Eran las cuatro en punto de la tarde del 14 de junio de 1986. En el Hotel Mundial de Lisboa una reconocida periodista española se encontró con el autor de Memorial del convento, el primer libro que ella leyó. Después de ese flechazo literario, consiguió en las librerías El año de la muerte de Ricardo Reis. Antes de ese encuentro capital, Pilar había comentado y recomendado esos libros. Pero no era suficiente: necesitaba conocerlo. Y lo llamó como lectora. No quería entrevistarlo. Sólo buscaba agradecerle el haberla hecho mejor persona con esas novelas. Ya habían pasado las cuatro de la tarde cuando salieron a caminar por la ciudad. Intercambiaron direcciones y teléfonos con la certeza del flechazo sentimental que se avecinaba. «Sé que ella tuvo la misma sensación: yo había encontrado a esta mujer y ella había encontrado a este hombre», cuenta Saramago en José y Pilar, un libro con las conversaciones inéditas que mantuvo el cineasta Miguel Gonçalves Mendes durante los cuatro años que filmó a la pareja en la intimidad de Lanzarote. El documental se proyectará hoy a las 17.30, con entrada libre y gratuita, en el Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551). Hubo un ida y vuelta en la correspondencia, hasta que la curiosidad y el interés del escritor lo llevaron a poner las cartas sobre la mesa. «Si las circunstancias de tu vida lo permiten, me gustaría, puesto que voy a Barcelona y a Granada, acercarme a Sevilla para encontrarnos.» Pilar le respondió que sí, que las circunstancias de su vida se lo permitían. Desde entonces nunca se separaron.

«Miraré a tu sombra si no quisieras que te mire. Quiero estar donde estará mi sombra, si allí estuvieran tus ojos.» La frase de El evangelio según Jesucristo la llevaba Pilar del Río (Castril, provincia de Granada, 1950) en el dobladillo del vestido para la gala del Premio Nobel que obtuvo Saramago en 1998. No llevaba un vestido –ha dicho–, vestía una alegoría. Estuvieron veinticuatro años juntos. El 14 de junio de 2010 festejaron el que sería el último aniversario. «José me dijo que cumpliríamos muchos más –recuerda Pilar a Página/12–. Esa noche tuvimos una cena en casa con amigos. Y ahí fue donde dijo que no vivíamos en una crisis financiera ni económica, sino que era una crisis moral. Fue la última lección que nos dejó patidifusos a todos los que estábamos ahí. Parecía que estaba un poco ausente. ¡Y qué va!, estaba absolutamente al día. Y cuatro días después, el 18 de junio, el día que tocaba ir al médico...». No completa la frase. Ese día murió Saramago.

La novela que dejó inconclusa, Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas, ¿se va a publicar? ¿Cuál es la idea?

La idea no te la puedo adelantar porque no es mía. Han estado trabajando varios editores, entre ellos el de Alfaguara. La novela va a salir de una forma digna de José Saramago. Más no te puedo decir. Son tres capítulos completos que tienen unidad. El dejó de escribir porque entraba en una siguiente fase que tenía que investigar y era un trabajo tedioso. Entonces lo fue dejando porque sabía que se iba a meter en un infierno. Y a nadie le apetece bajar al infierno, ¿eh? Y ahí fue cuando le pilló la muerte. ¿Sabes que me contó cómo terminaba y se me ha olvidado? Solamente sé la última palabra porque la encontré anotada.

¿Qué palabra es?

Es una frase: «Vete a la mierda» (risas). Eso está escrito en unas notas. Todos los detalles que me contó –para evitar tener la más mínima tentación de escribir lo que él pensó– se me han borrado absolutamente.

Entre ustedes se escribían cartas, ¿no?

¿Eso cómo lo sabes?

Haciendo archivo, aparece en una nota de un diario colombiano, si la memoria no falla... cartas que aclaró que no pensaba publicar, ¿es así?

¿Por qué habré dicho eso? No se van a publicar esas cartas. Vengo de firmar ante un notario que si me llegara a pasar algo, la única persona que puede tocar esa correspondencia –esa persona ha aceptado– no las puede publicar. Las tiene que destruir. ¿Por qué no las destruyo yo? Si no me muero ahora y vivo un poco más, quizá me apetezca leer eso que está ahí. Pero no es para publicar. Nosotros le llamábamos «el buzón de confianza». Ahí íbamos dejando cosas que nos gustaban, que nos podíamos decir.

¿La demora en la salida de lo último que escribió Saramago, Alabardas, alabardas..., se debe a que sería un modo de completar un duelo para usted y los lectores? Ya no habría nada nuevo, nada más de Saramago, y sólo quedaría releerlo, ¿no?

En la Fundación vamos a ir publicando las conferencias o los textos que a lo mejor se publicaron en Francia o en Italia y no en otros lugares. Son textos públicos no tan conocidos, que nunca serán de una difusión mayoritaria como la novela, aunque creo que deben estar a disposición de los interesados. Sorpresas no vamos a tener. Y, efectivamente, Alabardas... es el último texto. Pensar que nos queda un último Saramago es más interesante que saber que ya no nos queda ningún Saramago.

¿Hizo el trabajo de traducción de este texto, como lo hacía habitualmente cuando Saramago escribía sus dos páginas diarias y usted inmediatamente las traducía?

Sí, el trabajo está hecho... Hay algunas cosas que en Argentina –en español– no están. Hay alguna obra de teatro que falta, como por ejemplo Que farei com este libro, que trata sobre Camoes haciendo todo para publicar Os Lusíadas, que es como el Quijote en portugués. Finalmente para publicarla tiene que ceder los derechos de por vida a una imprenta para que le hagan 200 ejemplares. Y la obra de teatro termina con Camoes muy contento, mirando el libro Os Lusíadas, preguntándose a sí mismo: «¿Qué haré ahora con este libro?» Y luego se acerca al público y le pregunta: «Y vosotros, ¿qué haréis con este libro?». Además está escrito en un portugués maravilloso que tengo la enorme necesidad y urgencia de traducir. Y hay un libro de juventud, sí de juventud –no como Claraboya que no es un libro de juventud sino un libro donde está contenida toda su obra–, que estoy también por traducir. Yo tengo trabajo como traductora para los lectores en español, pero ya no vamos a tener ningún Saramago nuevo, salvo Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas.

En el documental José y Pilar sorprende la enorme compasión de Saramago hacia el público, durante los viajes, las giras, las presentaciones. Pero también se percibe un enorme fastidio o cansancio, como si estuviera en una encrucijada resumida en esta frase: «Esto lo tengo que hacer, pero no lo haría».

No: «esto lo tengo que hacer». Si entro en la casa de una persona arrasando y esa persona viene por un autógrafo o por una foto, ¿quién soy yo para no hacerlo? El primero que entra en la casa es el autor y luego el lector quiere devolverle algo. Lo que pasa que el autor es uno y los lectores son millones. Y no se dan cuenta de que pueden ser tediosos. Pero el autor tiene la obligación de entender a los lectores como si fueran únicos.

No es sólo el encuentro con los lectores, sino con los periodistas. El hecho de tener que participar de esa especie de «circo mediático» de las conferencias de prensa, donde le preguntaban casi siempre lo mismo y él se veía obligado a reciclar frases, respuestas...

Los periodistas somos los grandes perdedores. Y digo somos porque también yo soy periodista. Somos los grandes perdedores de la película José y Pilar, y a lo mejor de la vida, porque hacemos un trabajo mal hecho, quizá porque estamos mal pagados. Hacemos preguntas absolutamente imbéciles. Y el autor tiene que controlarse para dar una respuesta inteligente porque entiende que el periodista está mal pagado, que no ha tenido tiempo, que lo acaban de mandar. Te contaré que José a veces me decía: «Pilar, te pones siempre de parte de los medios y no me defiendes a mí». Porque yo siempre decía que para el periodista va a ser importante hacer esa entrevista. Y José decía: «Estoy tan cansado, Pilar, ¿estás segura de que tengo que hacerlo?».

A pesar del deterioro de su salud, seguía viajando, presentando libros, escribiendo, como si hubiera una pelea o una urgencia. ¿Contra qué peleaba?

No creo que fuera una pelea en contra, sino a favor. El decía que lo más triste era morirse y saber que el mundo seguía siendo este infierno para tantos millones de personas. Hay fuerzas organizadas para evitar que la gente viva mejor. El poder económico y especulativo ha conseguido pasar su mensaje de tal manera que los pobres apoyan a los ricos para que luego gobiernen en su contra. ¡Esto es el colmo! Hay políticos que van de demócratas dando lecciones todos los días, diciendo que la democracia se regula con el mercado. El mercado regula la democracia. Mira qué sociedad más democrática tenemos ahora que sólo hay mercado.

El problema es que la dirigencia política española está gobernando para el poder económico, de espalda a la ciudadanía, ¿no?

Pero es porque los ciudadanos queremos. Parece que a los ciudadanos nos gusta así. Porque si no nos gustara, cada día diríamos: «Oiga, explique por qué esta ley no me beneficia ni a mí ni a mi barrio». ¿A quién le está beneficiando? Lo que pasa es que los ciudadanos dicen: «tenemos suficiente con nuestras vidas privadas». Los ciudadanos somos los responsables de los gobiernos que tenemos.

¿Es optimista respecto del movimiento que se generó a partir del 15-M?

En España, con un grupo de gente entre los que está Baltasar Garzón, hemos creado una plataforma cívica para pedirles a los partidos políticos de izquierda –porque los de derecha no nos interesan– que oigan las manifestaciones que se han producido en la sociedad. El movimiento del 15-M es importante como lo fueron las manifestaciones del Mayo Francés, que cambiaron la forma de mirar y de pensar. Ahora me gustaría que tenga consecuencias políticas inmediatas. Los partidos no pueden estar al margen de la sociedad. La desafección que existe entre ciudadanos y partidos es un fallo horrible. Hay que conseguir que los partidos políticos sean representantes de la sociedad y que gestionen el bien común.



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Fotografía / España: La fotografía, 188 años de historia

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A Niepce se debe la primera fotografía. (Foto: Archivo)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 19 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- Desde que hace 188 años el francés Joseph Nicéphone Niépce, hizo la que se considera la primera foto de la historia, un paisaje llamado cour de domaine de gras , la foto ha protagonizado e informado muchas veces de la historia y de las historias. Una entrega de EFE:

Curiosamente, esa primera foto estuvo más de un siglo olvidada hasta que en 1952 fue adquirida y copiada por Kodak, la empresa que fundó George Eastman, y hoy se conserva en el Harry Ranson Center de Austin (Texas)

La primera instantánea en la que apareció un ser humano se realizó en 1839 y fue tomada por un personaje algo más recordado que Niépce, Luis Daguerre, el de los daguerrotipos. Y la primera en color se debe a la mano del escocés James Maxwell.

Pocos recuerdan cuando una foto, hecha con una placa, podía necesitar un tiempo de exposición de hasta 30 minutos si se compara con la capacidad tecnológica de las modernas réflex o compactas de hoy o la sensibilidad (ISO) de los nuevos sensores. Desde esos inicios titubeantes hasta hoy, cuando se celebra la 22 edición del Día Mundial de la Fotografía, se ha registrado una evolución tan profunda que a veces parece casi inexplicable.

Y no sólo en la tecnología, donde el cambio es impresionante, sino en los hábitos y los materiales sensibles e incluso, como en otros campos industriales, empresas que fueron relevantes, han desaparecido o están en graves dificultades. Y han nacido otras que se abren camino con ímpetu.

En su momento era difícil imaginar una fotografía instantánea, más allá de lo que se podía lograr con la «clásica» Polaroid o dispositivos similares de otros fabricantes, y hoy con las digitales se logran no solo las fotos, sino todo tipo de efectos añadidos. La fotografía ha sido a lo largo de estos años arte, diversión, negocio, trabajo, propaganda, agitación social y ahora también el vehículo de un modo nuevo de relación entre personas a través de la redes sociales. Ha encumbrado o ha hundido a fotografiados y fotógrafos.

Se han inmortalizado revoluciones, guerras, bodas, alegrías, tragedias, récords deportivos, logros científicos, golpes o intentos de golpes de estado.

«Usted dispara y nosotros hacemos el resto» . Este fue el lema que convirtió a Kodak en la empresa más poderosa del mundo fotográfico: fabricante de cámaras y todo tipo de películas en los Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, España y otros muchos países en el transcurso de décadas.

¿Alguien podía prever la quiebra de la todopoderosa Kodak, la empresa que puso la fotografía al alcance de casi todos? Hoy es una realidad. Otro hito fue la aparición en 1920 de Rollei casi por casualidad y gracias al empeño de sus creadores, Paul Franke y Reinhold Heidecke, fue la primera réflex con lentes gemelas como alternativa a las cámaras de fuelle.

Leica, la primera que produjo la cámara compacta de 35 milímetros, frente al medio formato (120 mm) que hasta ese momento (1925) dominaba el panorama fotográfico. Una cámara que ha sido usada por lo más prestigiosos fotógrafos, en estrecha rivalidad con Zeiss Ikon, igualmente alemana, la primera que incorporó un medidor de luz (de selenio) en su afamada Contax III.

Pero no sólo Alemania ha tenido algo que decir en el mundo fotográfico a lo largo de estos años, ya que con mayor o menor fortuna, otros fabricantes también dejaron su huella.

En Francia, Lumiere y OPL; la londinense Kershaw-Soho, en Inglaterra; Certex (Werlisa) y Matutano (Capta) , en España; Bencini y Ferrania, en Italia; Pentacon (Praktica) , en la RDA y la enorme cantidad de cámaras soviéticas como Zenit, Zorki, FED o Kiev. Canon, Nikon, Fuji, Pentax, Panasonic, entre las japonesas, y la coreana Samsung han batido a sus competidores y hoy claramente dominan con rotundidad el mercado de las digitales con feroz competencia entre ellas.

Películas que fueron referentes (Agfa, Svema, Perutz, Valca, Orwo o Negra) sólo se pueden conseguir hoy tras una paciente persecución por las páginas web especializadas a las que hay que agradecer que mantengan cada día del año el espíritu de la fotografía, que comenzó hace casi dos siglos.



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Obituario / Girón May

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El barítono, graduado en el Conservatorio Giuseppe Verde de Milán (Italia), fue hallado muerto en su casa a causa de un infarto del miocardio. (Foto: Archivo)

Ciudad Juárez, Chihuahua. X de marzo de 2013. (RanchoNEWS).- El barítono guatemalteco Luis Felipe Girón May, de 61 años, murió este domingo a causa de un infarto de miocardio en su residencia, informaron hoy sus allegados. Una entrega de Notimex:

Girón May fue hallado muerto en su casa el domingo por una empleada doméstica y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) determinó que la causa del fallecimiento ese mismo día fue un infarto del miocardio, explicó a los periodistas el médico y amigo del barítono Paul Colíndres.

El Gobierno de Guatemala decretó tres días de duelo nacional por la muerte de Giron May, graduado en el Conservatorio Giuseppe Verde de Milán (Italia) con medalla de oro y poseedor de múltiples reconocimientos por su carrera, además de Artista por la Paz de la Unesco.

El artista ofreció el que resultó su último concierto el pasado miércoles en la embajada de México en Guatemala y tenía previsto participar en el Festival del Centro Histórico de la capital guatemalteca en noviembre próximo.

El ministro guatemalteco de Cultura, Carlos Batzín, dijo este lunes que el presidente del país, Otto Pérez Molina, ha decidido decretar tres días de duelo nacional por la muerte del barítono, quien actuó en más de 50 ciudades del mundo durante su trayectoria artística.

Además, Batzín dijo que analizarán con el Ministerio de Relaciones Exteriores la posibilidad de hacerle un homenaje póstumo en un plazo de dos semanas.

El Gobierno, dijo Batzín, ha expresado sus condolencia a la familia de Girón, cuyos restos está previsto que sean velados en el Teatro Nacional.



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Textos / Erick Ampersand: «Kant y los extraterrestres, de Juan Pablo Anaya - La verdad está allá afuera»

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Portada del libro. (Foto: Archivo)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 18 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- ¿Conoce libros donde se cite lo mismo a Melville que a Maussán? Éste es uno de ellos y con gran fortuna. Búsquelo, antes de que el destino nos alcance. Ya sea usted un académico que nunca sale del campus, un trendero que no puede vivir sin conexión a Internet, un amante del arte puro que no se atreve a tocar el kitsch ni con el pétalo de una rosa artificial… (*)


Kant y los extraterrestres. En la oscuridad de la butaca, un adolescente mira la película que marcará el resto de sus días: Blade Runner. Siente, o cree que siente algo muy parecido al amor: Rachel. Vuelve a casa y busca en sus recuerdos esa voz que le repite incesantemente: I cant’t rely on my memories. La cinta es un quiebre para su joven existencia. A partir de ella deduce dos sentimientos: una orfandad sin nostalgia, por un lado, y una cautela constante hacia sus recuerdos, por el otro. Intenta comprender a los personajes, establecer correlaciones entre ellos y deshilvanar los gruesos entramados narrativos. Escribe una lista de lo post-replicante y concibe a la memoria como causa y consecuencia de nuestra identidad, esa que nace –también– de lo que no somos.


¿Qué es lo que no somos? Alguien podría argumentar que no somos: el sexo opuesto, los robots, los animales, los muertos, los dioses, e incluso yendo más lejos, los extraterrestres. En 1755 Immanuel Kant publicó Historia general de la naturaleza y teoría del cielo, cuya tercera parte postulaba no sólo la existencia de vida más allá de la Tierra, sino que instaba a hacer contacto con ellos… Tan pronto como fuera posible. Otros científicos, Stephen Hawking entre ellos, opinan justo lo contrario. Él advierte que «Algunos extraterrestres evolucionados podrían haberse convertido en nómadas y tener la intención de colonizar los planetas a los que llegan».

Una situación parecida a la que viven los personajes de la película The Year We Make Contact. El año 2010 resulta axial para ellos. Es el momento en que la humanidad se reconoce a sí misma frente a la adversidad. Ese instante que inaugura todas las melancolías. El espectáculo de mirar a seres de otro planeta que nos enseñan, de la peor forma posible, que todos tenemos una historia en común, la de nuestra fragilidad como especie. En un escenario de extinción masiva del Homo sapiens sería igualmente válido proteger la salud de un espécimen nacido en Gran Bretaña que en Myanmar, procurar el bienestar vitalicio de un Donald Trump que el de un menonita.

Con las proporciones que el Universo tiene es casi imposible que no existan otras formas de vida. Pero incluso si eso pasara, si fuéramos los únicos, sería necesario inventar a los extraterrestres. Por el bien de la humanidad, de la ciencia y la cultura. Pero también del sentido del humor. No me malinterpreten. Me refiero a que a través de este último podemos alcanzar a las tres primeras. La risa rompe barreras tanto idiomáticas como regionales, nos une y hermana por igual, venciendo cualquier brecha. Mediante ella podríamos asimilar que sólo juntos como especie sobreviviremos. La risa es el resultado de ir más allá de lo evidente: «Cierra la ventana», nos decía el abuelo, «que la verdad está allá afuera».

No es fácil entender el materialismo histórico cuando sólo tienes seis años. Lo digo con conocimiento de trauma. A esa edad una maestra nos leyó fragmentos de El capital. Creímos que el término «alienación» se refería a encuentros cercanos del tercer tipo. Años más tarde reíamos de nuestra chanza involuntaria. No por ello alejaría de mi mente una duda que fue creciendo con el tiempo: ¿Cómo será cuando por fin nos encontremos con lo no-totalmente-desconocido y largamente mitificado? ¿Podremos acaso intercomunicarnos? ¿Qué preguntaríamos? ¿Qué responderíamos como especie? ¿Cómo podríamos explicarles, no digamos ya la plusvalía absoluta y la relativa, sino que en nuestro planeta existen millonarios y miserables a escasos metros de distancia? ¿Qué justificación daríamos para esas burbujas ficticias que separan a las disciplinas científicas y, en términos más generales, al arte, la ciencia y la cultura?

¿Cómo hablarles de la inestable pompa de jabón que subdivide alta y baja cultura? ¿Sería útil para ellos exponerlo todo desde la visión de las masas? Al final, demográficamente hablando, su versión es más representativa de lo que nos constituye. La identidad a partir de lo que no somos. Blade Runner, Moby Dick y Kant, ¿son de la alta? ¿Por qué? Los descubrimientos científicos controvertidos como los de la ufología, ¿también? Cuadros de Caspar David Friedrich ¿pertenecerían o no? ¿Qué papel desempeñarían sus doppelgänger, más comunes dentro de los imaginarios mediáticos? Pienso en Blade Runner, Orca, la ballena asesina, Mariano Osorio o afiches de películas como Macbeth en su versión 2013.

El libro Kant y los extraterrestres [Conaculta-FETA, 2012] de Juan Pablo Anaya (Ciudad de México, 1980) aporta luz sobre estas incógnitas. Pensemos en esta obra como una recopilación de ensayos racionales sobre asuntos ficticios; un tratado donde la imaginación narrativa sustenta a la argumentación lógica (o a la inversa). Imaginemos una mentira que nos ayuda a vislumbrar la realidad, una metáfora, pues eso es Kant y los extraterrestres. Desde su título nos anuncia dos mitades, una que damos por cierta y otra que asumimos falsa. Supongamos que en la mayoría los casos, ustedes creen que Kant es verdadero y los extraterrestres no. Luego invirtamos las creencias. En ese desplazar de lo que damos por hecho es donde se alumbra lo inconsciente. La historia sólo es un pretexto para la comprensión.

En la fábula, el animal es el maestro del hombre, aquí son los aliens y el resultado es estupendo: cuatro ensayos bien escritos y una melodiografía. Más que un playlist de la lectura, es el abrevade musical del cual provienen algunas frases.

¿Conoce libros donde se cite lo mismo a Melville que a Maussán? Éste es uno de ellos y con gran fortuna. Búsquelo, antes de que el destino nos alcance. Ya sea usted un académico que nunca sale del campus, un trendero que no puede vivir sin conexión a Internet, un amante del arte puro que no se atreve a tocar el kitsch ni con el pétalo de una rosa artificial, o bien, un ufólogo con credencial de los «vigilantes», yo le recomiendo que lea este libro con una firme pregunta en su interior: ¿Hay vida más allá de esta burbuja?

(*) Texto publicado, of course, en la revista Replicante.

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Arqueología / El Salvador: Desentierran raros jaguares de barro

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El descubrimiento, realizado en Cihuatán, es el segundo de este tipo en casi cien años. (Foto: AFP)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 19 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- Fragmentos de unos seis pequeños jaguares de barro fueron recuperados en el sitio arqueológico salvadoreño de Cihuatán, el segundo hallazgo de este tipo en casi 100 años, informó este lunes la Secretaría de Cultura. Una entrega de AFP:

«Se trata de al menos 160 fragmentos de cinco o seis esculturas felinas. Basados en la importancia que tenían los jaguares para la cultura de los pueblos mesoamericanos, podría concluirse que sí son jaguares y que las manchas de pintura se lavaron con el paso del tiempo», señaló un comunicado de la institución.

Cihuatán es una antigua ciudad indígena ubicada a 30 km al norte de San Salvador y que data de entre los años 900 y 1100 d.C.

«El hallazgo es el segundo de este tipo en casi cien años. El último descubrimiento de figuras de jaguar en Cihuatán se realizó en 1929», reseñó la Secretaría de Cultura.

El trabajo para desenterrar las piezas arqueológicas comenzó en febrero pasado y estuvo a cargo de especialistas de la privada Fundación Nacional de Arqueología (Fundar), dirigida por el antropólogo estadounidense Paul Amaroli.

Amaroli explicó que los fragmentos recuperados son sometidos a un cuidadoso proceso de limpieza y luego serán enviados al Museo Nacional de Antropología, donde serán restaurados para formar las figuras.

Hasta el momento no se ha podido determinar con certeza quiénes habitaron el complejo arqueológico de Cihuatán, pues los vestigios sugieren que era una mezcla de etnias, aunque tenían relaciones con los mayas.



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Obituario / Elmore Leonard

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Muchas de estas novelas fueron convertidas en películas, y se caracterizan por sus ágiles diálogos y sus estrafalarios personajes. (Foto: Paul Sancya)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 20 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- El escritor Elmore Leonard, conocido como uno de los grandes representantes de la novela negra estadounidense, falleció hoy a los 87 años en Detroit, informó su amigo Gregg Sutter. Una entrega de EFE:

En un comunicado en la página web del escritor, Sutter indicó que Leonard «murió esta mañana a las 7.15 am en su casa acompañado por su familia».

El novelista se encontraba recuperándose de un derrame cerebral y un paro cardíaco sufrido hace un mes.

Sutter señaló que Leonard estaba trabajando en la que sería su novela número 46, cuando fue hospitalizado.

Aunque comenzó como escritor de novelas del oeste, Leonard pasó rápidamente al género negro, donde recabó notable éxito desde sus primeras obras en la década de 1960.

Muchas de estas novelas fueron convertidas en películas, y se caracterizan por sus ágiles diálogos y sus estrafalarios personajes.

Entre sus éxitos destacan The Big Bounce (1969), La Brava (1983), Get Shorty (1990) y Rum Punch (1987), que sería llevada posteriormente al cine por el director Quentin Tarantino como Jackie Brown.

El pasado año le fue concedido el premio a su carrera por la National Book Foundation, que destacó su «vibrante» trabajo literario y su «inimitable estilo de escritura».

En la actualidad, está en emisión en EE.UU. la serie de televisión Justified, basada en una de sus novelas cortas.



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Cine / España: La vida del presidente de Uruguay, José Mujica, será filmada por Emir Kusturica

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El mandatario sudamericano. (Foto: AFP / Eitan Abramovich)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 10 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- El cineasta serbio Emir Kusturica filmará a partir de octubre un documental sobre la vida del presidente de Uruguay, José Mujica, un veterano ex guerrillero de izquierda con una agenda liberal que incluye la legalización de la marihuana, dijo un productor cercano al proyecto. El rodaje comenzará a finales de 2013 en Washington, cuando el presidente uruguayo, de 78 años, tiene previsto reunirse con Barack Obama, informa el periódico español El Progresista.

La ejemplar vida del presidente de Uruguay, José Mujica, será llevada al cine por Emir Kusturica, quien volará a Montevideo en diciembre para entrevistarlo, dijo a Reuters el jueves el productor de espectáculos Marcelo Carrasco, que fue el nexo entre el realizador y el mandatario.

Mujica, un político de izquierda, ha cautivado a los medios internacionales por su estilo de vida austero. Tras su elección en 2009 renunció al 87 por ciento de su salario y vive en una modesta granja en las afueras de Montevideo.

Como presidente promovió la legalización del comercio y el consumo de marihuana, el aborto y los matrimonios de personas del mismo sexo, poniendo a la pequeña nación sudamericana a la vanguardia del debate internacional sobre esos temas.

No será el primer documental de Kusturica. El cineasta serbio estrenó en 2008 un filme sobre la vida del astro argentino del fútbol Diego Armando Maradona.

Kusturica, un realizador de culto, saltó a la fama por películas como Gato negro gato blanco (1998) y Underground (1995), ambientadas en los Balcanes.

Mujica fue uno de los líderes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, un grupo guerrillero que intentó llegar al poder por las armas a fines de la década de 1960 y comienzos de la siguiente, transformándose en modelo para otros movimientos revolucionarios en América Latina.

Fue capturado a principios de la década de 1970 y pasó 13 años preso, buena parte del tiempo aislado en el fondo de un pozo durante la dictadura militar.

Según la prensa uruguaya, Carrasco viajó la semana pasada a Bélgica para reunirse con Kusturica después de un concierto de su banda Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra donde el realizador subió al escenario vistiendo una camiseta de la selección uruguaya de fútbol.

El productor dijo a Reuters que la idea del documental fue de Kusturica. Mujica recibió la propuesta con agrado.

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Literatura / México: Reconocen a José Emilio Pacheco con el Premio Internacional Corona de Oro

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El poeta y traductor. (Foto: José Antonio López)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 20 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- El poeta y traductor José Emilio Pecheco ganó el Premio Internacional Corona de Oro 2013 del Festival de Poesía de Struga, República de Macedonia, por su distinguida trayectoria en el ámbito de la poesía y la literatura, anunció Ediciones Era, sello que publica la obra del galardonado. Una nota de la redacción de La Jornada:

La entrega se efectuará durante las actividades de ese festival, que este año tendrá lugar del 22 al 27 de agosto en Struga, conocida como la capital de la poesía.

Pacheco viaja rumbo a esa localidad para recibir el galardón y participar en las actividades culturales del encuentro de poesía.

Considerado uno de los festivales internacionales más relevantes de ese género, la Corona de Oro ha sido otorgada a W.H. Auden, Joseph Brodsky, Allen Gingsberg, Pablo Neruda, Eugenio Montale, Yehuda Amichai, Seamus Heaney, Léopold Sédar Senghor, Artur Lundkvist, Ted Hughes, Tomas Tranströmer y Rafael Alberti.

Durante el festival se entregan varios premios, entre ellos el Hermanos Miladinov, al mejor libro de poesía publicado en Macedonia; el Puentes de Struga, para poetas jóvenes emergentes y, el tercero y más importante, el Corona de Oro, con el cual se reconoce a un poeta vivo.

Los recientes galardones que Pacheco ha obtenido son los más destacados en lengua española, como premio Cervantes (Alcalá de Henares, 2009); Reina Sofía (Salamanca, 2009); Federico García Lorca (Granada, 2005); Octavio Paz (México, 2003); Pablo Neruda (Santiago de Chile, 2004); Alfonso Reyes (Monterrey, 2004), y José Donoso (Santiago de Chile, 2001).

El Premio Internacional Corona de Oro (Golden Wreath Award), se entrega tradicionalmente a poetas de renombre mundial. Las noches de poesía de Struga, ciudad de Macedonia, comenzaron en 1962 para rendir homenaje a los hermanos Konstantin y Dimitar Miladinov, nacidos en el siglo XIX, considerados intelectuales y creadores de la poesía de su país.

En 1963 el galardón se comenzó a entregar con el título de Premio Hermanos Miladinov, al mejor libro de poesía publicado ese año en el país. Tres años después se cambiaría esa modalidad a la mejor lectura de poesía, en el propio festival en Struga. Finalmente, a partir de 1971, se cambió para reconocer a un poeta internacional por su obra de toda una vida.



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Textos / Mercedes Pérez Bergliaffa: «¿Quién le pone precio al arte?»

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El martillero de Sotheby’s alienta la puja por El grito, la obra icónica de Edvard Munch. Se subastó el año pasado a un precio récord de 120 millones de dólares.. (Foto: Archivo)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 5 de abril de 2013. (RanchoNEWS).- Aparte del de las drogas, el del arte es el mercado más grande y menos reglamentado del mundo», comenta el hombre viejo, de gesto escéptico y mirada lapidaria. Lo dice mientras va sentado en un taxi rumbo al Armory Show, la glamorosa feria de arte contemporáneo que se realiza cada año en Nueva York. El hombre sabe perfectamente de lo que habla: es Robert Hughes, ácido crítico de arte de la revista Time, fallecido el año pasado. Antes de morir, Hughes se encargó de dejar un par de testimonios claros, sobre todo algunos relacionados con el mercado del arte. Declaró, por ejemplo, que «mucho del arte se ha convertido en una apuesta para ricos e ignorantes», que «tener una fantasía y pagar 135 millones de dólares por ella no la hace necesariamente cierta», y un par de cosas más que no deben haber caído nada bien entre los coleccionistas, las casas de subastas y los galeristas. Usted mismo puede deleitarse con más declaraciones de Hughes sobre el tema, en su documental La maldición de la Mona Lisa (2009), fácilmente accesible, subtitulado en español, en YouTube. Allí podrá observar también otros detalles: cómo, por ejemplo, en las filmaciones que lo retratan como un joven crítico de arte entrevistando a los grandes artistas de los 70, o queriendo salvar, a puro idealismo, las obras de arte de la ciudad de Florencia de la inundación de 1966, la cara del periodista estaba relajada y sonriente. Con el paso de las décadas su rostro se convierte en roca. La mueca de Hugues, a medida que se metió en el mundo del arte contemporáneo, devino un rictus descendente. La de la Mona Lisa, en cambio, sigue intacta.

«Lo que alguna vez se llamó el negocio del arte se ha transformado en una industria enfocada en la producción de visualidad y significado», explica la investigadora alemana Isabelle Graw, especialista en mercado de arte, en su libro ¿Cuánto vale el arte?, que acaba de publicar en español la editorial Mardulce. «Ese significado que se les asigna a las obras de arte es mucho mayor que su equivalente monetario. Eso explica que a veces se pidan sumas astronómicas por ellas», dice la autora del libro, que lleva el subtítulo nada conciliador de Mercado, especulación y cultura de la celebridad.

Lo que Graw menciona coincide con lo que me explicó hace meses el especialista Axel Stein, de Sotheby´s de Nueva York, en ocasión de la venta en 120 millones de dólares de «El grito», del artista noruego Edvard Munch (la pintura más cara jamás vendida en una subasta). Cuando le pregunté cómo podía ser que esa obra –un pequeño cuadro realizado en pasteles– costara 120 millones de dólares, Stein me dijo: «Para responder eso no hay una sola razón sino un conjunto de razones. Una puede ser su importancia histórica: la obra de Munch es una pintura icónica del pasaje del siglo XIX al XX, una pintura que se diferencia mucho de la producción normal del artista. No se sabe si el personaje es mujer u hombre, no cae en la caricatura pero se acerca, y resume en un solo cuadro la angustia de ciertos tiempos. Frente a ella, nadie puede quedar impávido». Escuché lo que Stein me dijo; noté que estaba intentando otorgarle más significado a la obra, un significado que pudiera justificar su precio. Graw, una vez más, tenía razón.

Claro que la pintura de Munch es de principios del s. XX, es decir, moderna, y entonces ya ha pasado un cierto tiempo durante el que demostró un determinado protagonismo dentro de la historia del arte. Se podría, entonces, esgrimir con un poco más de fuerza algunos justificativos para el increíble monto que alcanzó en la subasta. Porque, claro: se trata de arte y ése es el único mercado en el que las mercancías tienen un estatus especial: la «mercancía arte» es la única que posee tanto un valor simbólico como un valor de mercado. Pero hay otra situación que está bien presente en todos lados: la del arte contemporáneo.

Con él no pasa lo mismo que con el arte de los viejos maestros (Old Masters, si usamos la jerga de las subastas) ni con el arte previo a 1945 (categoría que llaman «Arte Impresionista y Moderno»), ya que en el caso del arte contemporáneo no hay un valor simbólico sólido que pueda ser traducido en dólares, simplemente porque la obra no ha tenido aún tiempo de adquirirlo. ¿Cómo hacer, entonces, para que una obra nueva, de un artista contemporáneo, adquiera un significado tal que justifique su elevadísimo precio? (en caso de que esos precios fuesen justificables gracias a su valor simbólico, algo bastante improbable: ¿qué valor simbólico justifica que se paguen 255 millones de dólares por una pintura al óleo de tamaño mediano –90 x 130 centímetros–, en la que se ven representados dos jugadores de cartas, aun cuando se trate de una obra histórica de Paul Cézanne, la más cara de la historia, según se dice?) Para crear un sentido que justifique el valor de mercado –o sea, una excusa con ribete histórico y científico–, es necesario poner en marcha toda una construcción, un sistema de diversos agentes –galeristas, marchands, asesores, casas de subastas, coleccionistas, críticos, investigadores, historiadores del arte, los medios y los mismos artistas– que hagan que una obra de arte determinada parezca valer un precio específico y que, además, eso tenga veracidad. La idea es que los coleccionistas o compradores verdaderamente lo crean y que, en el caso del arte contemporáneo, llamen a los consultores, galeristas y marchands con ese tipo de preguntas que tanto se escucha en el mundillo, a puertas cerradas: «¿Qué es lo último, qué es lo más nuevo, qué es lo que busca todo el mundo?» Es que en el arte, sí, los artistas también se ponen de moda».

Por teléfono desde los Estados Unidos, donde se encuentra dando un seminario, Graw comenta a Ñ: «Para mí es crucial hacer notar que los dos valores, el simbólico y el de mercado, son interdependientes: se constituyen entre sí. Doy un ejemplo: se necesita al valor simbólico para la fundación del valor de mercado. Aunque existieron momentos en el mundo del arte –como el del último art boom –, en que el valor de mercado tuvo la autoridad total. Pienso en artistas como Anselm Reyle, cuyo trabajo tiene muy poco valor simbólico ya que los historiadores del arte no lo han considerado relevante, pero que igual alcanzó precios altos en las subastas. Pero si un artista es considerado célebre –como Martin Kippenberger, recuerdo la recepción póstuma que se hizo de su obra–, su personalidad y su vida ‘excesiva’ son cruciales para la emergencia del valor simbólico y también de mercado. Esto pasa porque su obra está cargada del mito sobre su ‘vida excesiva’, lo que hace que el valor simbólico parezca auténtico o creíble. Entonces, los hechos relacionados con la vida de un artista son una precondición para que el valor de su obra ocurra». Volviendo al tema anterior: en el caso del arte contemporáneo reciente, ¿cómo es posible que obras recién creadas, recién salidas del horno, adquieran tanto valor simbólico como para costar 100 millones de dólares? ¿O acaso se trata sólo de su valor de mercado? Bueno, parece que todo comenzó en los años 80, cuando la venta de una pintura –paradójica, ya que se trataba de un artista que había vendido una sola obra en vida, y por unos pocos pesos–, dejó al descubierto no sólo las cifras increíbles hasta donde podía llegar el arte, sino también las acciones especulativas que se escondían por detrás: me refiero a la pintura «Los lirios», de Vincent Van Gogh. En el año 87, cuando Sotheby’s la subastó, fue un gran récord histórico: el magnate cervecero Alan Bond pagó por ella 53,9 millones de dólares. Fue, hasta ese momento, la suma más grande jamás pagada por una obra. Pero esa venta también indicó cómo puede inflarse un precio: cuando Sotheby’s la vendió, otorgó a Bond un crédito de 27 millones de dólares para que pudiera comprarla al precio altísimo al que fue vendida. Este tipo de créditos que las casas de subastas otorgaban (¿otorgan?) crean la gigantesca escalada –artificial– y ayudan a mantener precios irreales. La operación quedó al descubierto, Sotheby’s declaró que no iba a otorgar más créditos a sus clientes, y un punto más: Bond nunca pudo pagarle a la casa subastadora. Tuvo que volver a poner en venta «Los lirios».

Respecto a los gigantescos precios que alcanza el arte contemporáneo, hay un ejemplo paradigmático: «Por el amor de Dios», la calavera de platino recubierta de diamantes del artista inglés Damien Hirst, máximo exponente, junto a Tracey Emin –reciente visitante de nuestro país para asistir a la inauguración de su muestra en el Malba– de los YBA (Young British Artists), valuada en 100 millones de dólares durante 2007. Su costo de producción fue de unos 25 millones y medio de dólares. Pero la mayoría de los especialistas consideraron la venta de esa obra como un gran fiasco, que trajo como cola todo un debate ético. El caso muestra cómo el mercado de arte puede ser manipulado. El periodista de arte británico Ben Lewis sostiene que, a diferencia del resto de los mercados –como el inmobiliario, por ejemplo– en el del arte se ejercen prácticas que no son tan frecuentes en otros, como las prácticas monopolistas: una sola persona –coleccionista o galerista– concentra la mayor cantidad de obras importantes de un artista «fundamental» y eso puede llegar a influir en los precios; es lo que pasa, por ejemplo, con el coleccionista José Mugrabi, dueño de los 800 Andy Warhol más importantes del mundo: en otro mercado esto no estaría permitido. Retomando el «caso Hirst»: durante 2006 el artista tenía más de seis estudios alrededor del mundo, con más de 150 asistentes; es decir, Hirst producía obras en serie (otra vez llegan las palabras de Graw, esta vez con su «teoría de la industrialización» del arte, en la que propone que los artistas son gobernados por agentes corporativos y por la idea de celebridad). En junio de 2007 sale a la venta la famosa obra-calavera de Hirst, yendo directamente del taller del artista a la venta en la galería, es decir, no tuvo exhibiciones previas ni recorridos por las manos de varios coleccionistas, que es, también, lo que ayuda a valorizar un trabajo. En agosto del mismo año, los galeristas de Hirst –una de las galerías más importantes del mundo, la inglesa White Cube– y el mismo artista, declararon a la prensa que habían vendido el cráneo por el precio solicitado a un consorcio de inversores. Tiempo después, el mismo propietario de la galería declaró que él y Hirst formaban parte de ese consorcio y poseían más del 50 por ciento de la obra; es decir, que el propio artista y su galerista habían comprado más de la mitad del trabajo que habían puesto en venta. Fue, lo que se dice, un gran paso anti-ético y una maniobra especulativa oculta.

Cosas semejantes ocurren en todo el mundo: a otra escala, en nuestras regiones, los artistas y galeristas también especulan, a veces, con sus propias obras: ocurre con los que son considerados históricos, por ejemplo, que duplican ellos mismos o sus galeristas algunos trabajos, o amplían las series, aun cuando la original fue realizada hace décadas.

«Creo que la calavera de Hirst es un grandioso ejemplo de fiasco de marketing», comenta a Ñ la socióloga y periodista Anne Thornton –autora de otro libro revelador, Siete días en el mundo del arte–, desde Río de Janeiro, donde se encuentra realizando una investigación. «Lo que hicieron fue una manipulación desastrosa, porque comercializaron y armaron todo el marketing alrededor de esa obra basándose en el precio que ellos mismos le habían puesto, que no era el que la obra, en realidad, valía».

Aquí no está de más mencionar lo que dice respecto al mercado Orly Benzacar, directora de la galería Ruth Benzacar, una de las más importantes de la Argentina: «Como galerista, vos podés decir que una obra vale 100 millones de dólares, pero si nadie te los paga, entonces eso no es lo que la obra vale. Se trata de mercado».

Sigue diciendo Thornton sobre Hirst: «Creo que hay muy buenas razones que explican por qué algunos trabajos de arte contemporáneo nunca han sido vendidos. La calavera, por ejemplo, fue directamente del estudio del artista a la venta; y esto no es así, las obras de arte tienen que ir adquiriendo significado, necesitan de un tiempo, necesitan ganar interpretación. Un caso muy diferente es cómo trabajan las casas de subastas, que venden obras de mercado secundario (es decir, obras más antiguas, que ya pasaron por más de un dueño, que no provienen directamente del artista, como ocurre en las galerías de arte). Además, actualmente las obras de artistas como Hirst pasan del taller a la galería y lo más importante que se sabe sobre ellas es el precio que por ellas se pide (que ni siquiera es real, porque una cosa es el precio real de venta y otra, el precio que los galeristas le ponen). De esta manera la obra no tiene la oportunidad de adquirir otros significados, porque el dinero siempre habla más fuerte. Creo que la venta de esa calavera –que, hasta donde sé, es copropiedad de Hirst y de su galería londinense–, fue una inmensa vergüenza para él, no sólo porque la calavera, en realidad, no se vendió, sino porque mintieron al respecto», concluye Thornton.

Viene entonces a cuento un comentario de Hughes en su documental: «El arte ya no es valorado por su perspectiva crítica sino por sus precios. Estos tienen una función central: la de dejarte ciego». Anteriormente, Hirst había protagonizado otro capítulo importante dentro del sistema de cortocircuitos y resortes que es el mercado de arte: como empresario brillante que es, organizó en Nueva York durante 2008, en plena bancarrota de Lehman Brothers, una subasta de sus propias obras, saltándose pasar por sus galerías. Fue la primera vez en la historia que un artista hizo esto; y esta acción fue su obra maestra, más aun que sus tiburones y vacas mantenidos en formol. La subasta se hizo el mismo día en que se hundió Lehman Brothers y, dado el contexto, llevaba todas las de perder. Ya hacía años –desde fines de los 90– que el mercado del arte contemporáneo había devenido una burbuja, es decir, había abundancia de bienes (obras) en el mercado (por eso es importante que los artistas contemporáneos exitosos tengan muchos asistentes y talleres, necesitan producir); los precios subían y los compradores los seguían; había créditos disponibles de las principales casas de subastas para lograr que los precios subieran más a la hora de pujar; a los coleccionistas norteamericanos que donaran obras de arte a museos públicos se les descontaban impuestos –hasta un 30 por ciento–; existía manipulación de los precios por parte de los galeristas y casas de subastas con la complicidad de los artistas; y claro, por último, el amor al arte. Todo esto había creado la burbuja del arte, al igual que la llegada al mercado de nuevos compradores.

En 2003 hubo toda una generación de nuevos millonarios de fondos de riesgo, a los que un par de años más tarde se unieron los nuevos magnates rusos y los jeques árabes del petróleo. El combo completo hizo que los precios de las obras, a mediados de los años 2000, enloquecieran. Pero claro, hasta las burbujas tienen reglas: la más importante es que, en determinado momento, las personas dejan de comprar y los precios comienzan a caer. Por eso Hirst, al organizar su propia subasta en semejante contexto, corría sus riesgos: estaba subastando obras de creación reciente en medio de una crisis. En el fondo, sabía que sus galeristas y coleccionistas no lo iban a dejar caer. ¿Cómo? Pujando por los precios durante la subasta y comprando ellos mismos algunas de las obras. Conclusión I: se vendió toda la obra de Hirst por 200 millones de dólares, en medio de una debacle económica. Conclusión II: queda claro que, aun cuando subaste por sí mismo, el artista no puede prescindir de las galerías.

En uno de los documentales que Ben Lewis realizó, le pregunta a Mugrabi, a la salida de la subasta de Hirst: «¿Qué explicación puede darle a eso?» Mugrabi responde: «Bueno, él es el mejor».

¿Pero cómo se le pone el precio a una obra de arte? «Es muy difícil determinar eso, creo que son las ventas sucesivas, a lo largo de los años y en galerías –no en remates–, lo que determina verdaderamente el valor de una obra», comenta Jorge Mara, director de la galería Mara-La Ruche, de Buenos Aires.

Tim Marlow, director de White Cube de Londres, responde la misma pregunta desde esa ciudad: «Valuar una obra es una mezcla de arte y ciencia, en la que los parámetros los define el mercado libre del capitalismo, siempre y cuando algo sea valuado en términos de que hay alguien que está dispuesto a pagar por ella. Pero en un buen mercado primario (el de las obras que pasan de las manos del artista directo a la galería), las galerías tienen que considerar una visión estratégica amplia acerca del mercado de un artista. El calentamiento excesivo del mercado de alguien determinado es malo para su reputación, y trae como consecuencia el inevitable enfriamiento de precios que le sigue. Entonces, un apoyo sostenido a largo plazo es lo mejor. Gracias a eso, el mercado de un artista puede construirse de manera sólida, los coleccionistas serios no encuentran precios fuera de él y la rabiosa especulación del mercado secundario está, así, controlada».

Desde Hong Kong, Jonathan Wong, especialista de la casa Sotheby’s de esa ciudad, le expica a Ñ: «El valor de una obra de arte se puede determinar por varios elementos, por ejemplo, el artista, su vida y su carrera; su importancia histórica; el historial de sus exhibiciones; las dimensiones y técnica de las obras; el mérito artístico; la rareza y unicidad de los trabajos. Por otra parte, entre las razones por las que los precios del arte contemporáneo asiático están subiendo, están el creciente interés mundial por Asia, sobre todo por China; el incremento de coleccionistas asiáticos y chinos cuya influencia en el mercado de arte asiático contemporáneo hace que éste aumente como nunca; el hecho de que existan, actualmente, coleccionistas chinos que construyen sus propios museos privados, generando así una gran demanda histórica por obras de períodos tempranos de los artistas: y por último, la inestabilidad del mercado financiero: las personas valoran el potencial que tiene el arte de ser una inversión alternativa».

«¿Acaso la autoridad del arte reside en una chequera?», pensó Hughes alguna vez. «Hacer dinero es arte», declaraba por su parte Andy Warhol en los 60. Recién comenzaba la época de euforia del mercado del arte, de la creación del artista como celebridad, de la consolidación del uso del marketing y del «buen parecer» –el artista «lindo», «cool»– como una estrategia más; de la religión del éxito, como la llamó en algún momento Graw; del arte como un artículo de lujo. Damien Hirst, Jeff Koons y Maurizio Cattelan, sus obras, son claros ejemplos: ante ellos, los coleccionistas caen de rodillas.

Nada de lo que se menciona en esta nota tendría por qué sorprender. Es sólo una parte más de un escenario que esconde, muchas veces, sus cortinas de humo: las de las rutas del dinero y la especulación.

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Obituario / Adela Fernández

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La hija de Emilio «El Indio» Fernández. (Foto: Archivo)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 18 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- La escritora Adela Fernández, hija del reconocido cineasta Emilio «Indio» Fernández, falleció este domingo a los 70 años, víctima de una oclusión intestinal que se le agravó en los días recientes, informó el restaurador y encargado de «La Fortaleza», Cristóbal Arias Gómez, informa la agencia Notimex.

El también cronista informó que los restos de la biógrafa serán velados en la casa de su padre, en una ceremonia familiar y posteriormente, se avisará a través de la página oficial de «La Fortaleza» si este lunes se le hará un homenaje de cuerpo presente de forma pública.

Adela Fernández y Fernández nació el 6 de diciembre de 1942, escribió un total de 11 libros y realizó algunos cortometrajes de cine experimental; actualmente, trabajaba en la biografía y guión de un documental de su padre.


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Libros / México: La exposición «La piel del libro - Encuadernaciones históricas en la Biblioteca Lafragua»

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Libro de la exhibición. (Foto: El Universal)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 16 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- La encuadernación de libros es un oficio joven en México comparado con países europeos o asiáticos y aunque ha vivido diferentes momentos desde el siglo XVI a la fecha, la investigadora mexicana Martha Romero no duda en señalar que hoy en día, gracias a la labor de los maestros encuadernadores que enseñan el oficio a través de talleres, cursos, exposiciones y concursos, la encuadernación está teniendo un resurgimiento, reporta Yanet Aguilar Sosa para El Universal.

Sin embargo, es también un oficio viejo que se introdujo a México con la llegada de los españoles (y otros europeos) en el siglo XVI, y que se afianzó con la instalación de la Primera Imprenta de América, en 1539.

«Como cualquier otro oficio, su enseñanza y práctica en la Nueva España estuvo determinado por diversos factores: la disposición de materiales y herramientas en el mercado, quién podía enseñar el oficio, la organización y legislación para ser ejecutados y, la necesidad del servicio o el producto», afirma la investigadora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la UNAM.

Es un arte rico, como el que resguarda la Biblioteca José María Lafragua de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, que a principios de esta semana inauguró la exposición La piel del libro. Encuadernaciones históricas en la Biblioteca Lafragua, curada por la doctora Martha Romero e integrada por 86 encuadernaciones que muestran distintos momentos históricos, desde el siglo XVI hasta nuestros días.

Las encuadernaciones de uso diario y cotidiano que conserva esa biblioteca dan cuenta de los factores económicos y la función que la sociedad le ha dado al libro en las distintas épocas y en un entorno regional. Para la exposición, los libros fueron elegidos por su encuadernación y la época en la que fueron hechas, independientemente de su título, autor, tema e incluso belleza.

Mercedes Salomón Salazar, jefa de Conservación de la Biblioteca Lafragua, asegura: «Obviamente, lo que rige la selección es el año de impresión, pues la exposición tiende a mostrar las características de las encuadernaciones y los cambios que tuvieron en los diferentes siglos, desde el siglo XVI al XXI».

Romero, doctora en Historia de la encuadernación por la University of the Arts London, Camberwell College, en Inglaterra –una de las cinco personas en el mundo con estudios doctorales en la historia de la encuadernación– dice que ésta es uno de los elementos en el libro más vulnerables a ser sustituido: «Si se rompe o se maltrata, se cambia».

Estudios recientes confirman que la encuadernación es fuente de información y su conservación permite comprender mejor el impreso que resguarda. «La evidencia material (materiales y técnicas) aportan información de uso y función del libro, del mercado y comercio del objeto, de las prácticas de la lectura, de la sociedad en la que fue creada. Además, es posible rastrear el camino por el que ha transitado el objeto, pues cada país, cada región, en cada época, se desarrollaron técnicas particulares que permiten determinar el origen y periodo de ejecución de la encuadernación que no siempre es contemporánea al impreso», señala Romero.

«La epidermis»

«Del siglo XVI al XVIII, los materiales utilizados para encuadernar mayoritariamente son pieles y pergaminos. En el siglo XIX se introduce el uso de la tela para las encuadernaciones industriales y en el siglo XX y hasta nuestros días se usa papel, cartón y tela. A partir del siglo XIX, materiales como la piel se ven en encuadernaciones o más lujosas o en las que se busca dar una apariencia así. El pergamino entra en desuso a partir del XIX, lo que no significa que no se usará de vez en cuando», dice Romero.

La investigadora, que junto con la doctora Marina Garone organiza el Seminario Interdisciplinario de Bibliología en la UNAM, asegura que las encuadernaciones del siglo XVI son estructuras muy complejas, sobre todo en los libros encuadernados en tapas duras de madera o cartón; mientras que los encuadernados en pergamino flojo son más sencillos, lo que no quiere decir que las estructuras sean de menor calidad, simplemente el tipo de encuadernación no requiere de los elementos y sistemas de unión entre el cuerpo y la tapa que sí necesita la encuadernación de tapa dura.

«Con la mecanización se simplificaron aún más los procesos de encuadernación: al inicio, el cuerpo era cosido a mano y la cartera se hacía mecánicamente y luego se unían ambos elementos manualmente. Después todo fue mecánico, como sucede hoy en día. La encuadernación manual siempre ha acompañado a la encuadernación mecánica, conviven desde la introducción de la encuadernación mecanizada y luego industrializada», afirma la profesora de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía «Manuel del Castillo Negrete».

Sobre la exposición

Dependiendo de la época de producción, hay encuadernaciones en piel o pergamino con decoraciones gofradas y doradas, en tela o metales. En La piel del libro se exhiben dos ejemplares con herrajes, uno antiguo y uno del siglo XX; y un bello misal hecho con pequeñísimas incrustaciones y cantos dorados.

«Entre la exposición hay libros que además cuentan con marca de fuego y uno en especial tiene un sello a tinta en el canto de frente. Otro ejemplar posee un supra-libris con un escudo heráldico, seguramente relacionado con su antiguo poseedor. Muchos de los libros antiguos poseen anotaciones manuscritas diversas en sus portadas: algunas nos dan noticia de sus poseedores (sea de un convento o de un particular) mientras que otras nos dejan saber que fueron sujeto de expurgo o censura», afirma la investigadora Martha Romero.

Mercedes Salomón dice: «se mostrarán las encuadernaciones, ninguna de las obras se exhibe abierta ni se expondrá ninguna portada ni grabado; todas están en función a la encuadernación sin atender su temática o al autor».

Martha Romero, la curadora de la bella exposición, concluye: «De alguna manera la encuadernación nace para mantener unido el cuerpo y protegerlo. En términos prácticos, un libro encuadernado es más fácil de manejar, transportar, consultar. Por tradición, cuando se habla de encuadernación nos referimos al material de recubrimiento, en ese sentido, es la epidermis».

La piel del libro. Encuadernaciones históricas en la Biblioteca Lafragua, estará abierta hasta el 10 de octubre, de lunes a viernes de 9:30 a 17 horas, en la Biblioteca Histórica José María Lafragua, que se ubica en Av. Juan de Palafox y Mendoza 407. Centro Histórico de Puebla. La entrada es libre.

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Noticias / Noruega: Los murales de Picasso dividen al país tras los atentados de 2011

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Uno de los edificios del complejo gubernamental de Oslo en 2009.(Foto: Stian Lysberg Solum)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 20 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- La tragedia de julio de 2011, cuando el ultraderechista Anders Behring Breivik terminó con la vida de 77 personas e hirió a más de un centenar con un doble atentado en el centro de Oslo y en la isla de Utoya, ahora se extiende al destino de cinco murales de Pablo Picasso que decoraban los llamados bloques Y y H, un conjunto de edificios gubernamentales que fueron dañados por la explosión del coche bomba que hizo estallar el asesino, que fue condenado a 21 años de cárcel. El debate es encendido. Los expertos han recomendado como solución más económica la demolición de cuatro de los edificios de estos dos bloques, precisamente los que albergan las pinturas del artista, y que se desplacen los murales a otro lugar. Pero otros muestran su rechazo y se preguntan si estas obras que no han sufrido daños y que fueron diseñadas con la arquitectura original en mente pueden ser trasladadas sin más complicación. El Gobierno noruego deberá decidir si reparar los edificios, cuya estructura sigue intacta, o destruirlos cuando empiece 2014. Una entrega de AFP:

El jefe de la oficina de Patrimonio Cultural, Joern Holme, ha declarado que el bloque H debería ser reparado por su importancia histórica, tanto en términos arquitectónicos como políticos y artísticos. «No podemos demoler lo mejor de nuestra cultura solo porque pensemos que es feo ahora», ha indicado, refiriéndose así a la fría aceptación que tuvo el bloque H desde sus orígenes. Diseñado por el arquitecto noruego Erling Viksjoe, se asemeja a menor escala al edificio de las Naciones Unidas en Nueva York.

El artista noruego Dag Hol, cuyos comentarios han alcanzado gran repercusión, se expresaba en duros términos sobre el destino del edificio: «Tenemos ahora una oportunidad de oro para librarnos de este ejemplo brutal, feo y degradante de arquitectura. El bloque recuerda a la desolación y monotonía de la Europa comunista y de la Unión Soviética».

En todo caso, la familia Picasso tiene los derechos sobre las obras y debe ser consultada. «Los murales de Picasso fueron pintados para este edificio concreto. No los puedes retirar sin que se nos pregunte, algo que aún no se ha producido», ha indicado Claudia Andrieu, experta legal de la Administración Picasso.

Una encuesta publicada en julio en el tabloide Verdens Gang mostraba la división también entre los ciudadanos: el 39,5% de los encuestados pensaba que el bloque debía ser demolido, mientras que el 34,3% opinaba que debía ser conservado.

Los murales La playa, La gaviota, El sátiro y el fauno y dos versiones de Pescadores se caracterizan por un estilo infantil y trazos geométricos; cuatro de ellos fueron específicamente pensados para los edificios y suponen la primera incursión de Picasso en la pintura mural de grandes dimensiones a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. Fueron fijados al hormigón por el artista noruego Carl Nesjar mediante chorros de arena.



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Noticias / México: Renovar bríos, reto del Museo de Arte Moderno a sus 50 años

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Vista parcial del recinto cultural que se ubica en Paseo de la Reforma y calle Gandhi, Bosque de Chapultepec. (Foto: Carlos Cisneros)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 20 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- En aras de los festejos por los 50 años del Museo de Arte Moderno (MAM), efeméride que se cumplirá el 20 de septiembre del próximo año, se incluirá un homenaje al recién fallecido arquitecto Pedro Ramírez Vázquez (1919-2013), de cuyo diseño partió el edificio del recinto en colaboración con Rafael Mijares. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:

Asimismo, se estima urgente atender algunas anomalías en el museo, como la falta de una entrada peatonal desde Paseo de la Reforma –siempre ha sido por el estacionamiento–, con guías para personas con capacidades diferentes como los invidentes, por ejemplo, a la vez que hacer ajustes en el aire acondicionado (responsable de mantener la temperatura en las salas y controlar la humedad).

El MAM tiene un presupuesto de 9 millones de pesos para 2013, un tercio del cual es para pagar sueldos. El recinto monta un promedio de 12 exposiciones al año, algunas caras, otras baratas. No se contrata a curadores externos «al menos que sea un proyecto que venga de fuera y sea indispensable,» expresa Sylvia Navarrete, quien el pasado 17 de junio asumió la dirección del museo.

«Tenemos el reto también de aumentar el presupuesto del museo, de complementarlo con las aportaciones que haga la Asociación de Amigos del MAM, cuya reactivación está pendiente porque ha habido tal vez en los años recientes una falta de interés progresiva de ciertos patronos, remediable en la medida que presentamos una programación nueva de exposiciones, con líneas y objetivos muy concretos, aparte del centro de documentación que queremos hacer,» estima Navarrete.

Bodegas, otro problema

Para el crítico de arte Jorge Alberto Manrique, director del MAM de 1987 a 1988, éste «siempre ha tenido problemas. El arquitecto Ramírez Vázquez no terminó el proyecto. Faltó el auditorio, el espacio del acervo de la obra (bodega) y la biblioteca. Lo demás no es lo más conveniente para el museo, que es una caja de vidrio (aunque sea hermosa), por la seguridad, y hay que poner mamparas que reflejen al exterior. No hay elevadores y los baldados no pueden subir, ni las obras; los escalones se rompen.»

Otra cuestión técnica que habría que atender concierne a las bodegas (están divididas en pintura, escultura, fotografía, etcétera), construidas como edificio anexo en 2006, al final de la gestión de Luis-Martín Lozano como director del MAM. Los soportes metálicos, o racks, están incompletos, tampoco hay montacargas, señala la actual titular.

¿El MAM cuenta con tecnología de punta para recibir exposiciones de alto nivel?

Se puede mejorar y es precisamente lo que estamos viendo con las direcciones de Arquitectura y Conservación del Patrimonio y de Recursos Materiales (del Instituto Nacional de Bellas Artes).

«Han habido exhibiciones internacionales. La más reciente fue In Wonderland... que sí pasó las pruebas. Hay normas internacionales y hay museos que son más o menos estrictos con ellas. Los museos estadunidenses por lo general son muy quisquillosos con estos aspectos.

«Nuestro programa de itinerancia de las exposiciones tiene que estar dictado por ese tipo de requerimientos técnicos y de conservación. Hay museos muy buenos en México que no tienen aire acondicionado y es una pena no poder mandar exposiciones allí, pero se puede enviar escultura. Siempre hay una solución a lo que uno se plantea,» dice Navarrete.

Luego está el jardín, que en temporada de lluvias necesita mantenimiento más constante. Para el cincuentenario del museo se pretende restaurar todas las esculturas y volver a colocar las que no estén bien ubicadas y ponerles cédulas.

El mencionado centro de documentación tendría como objetivo registrar la historia de todas las exposiciones montadas en el museo y los artistas que han participado en ellas. Se alojará en la planta alta de la galería Fernando Gamboa.

Como cualquier cincuentenario, el MAM busca proyectar más energía y una imagen rejuvenecida. La pregunta, sin embargo, es cómo hacerlo sin alterar su vocación dictada por su colección permanente que empieza desde los años 20 del siglo pasado hasta la actualidad. Para su directora una exhibición del acervo, de 2 mil 696 piezas, debe estar a la vista de manera constante en una sala ex profeso.

Los marcos, en buen estado

Actualmente, una selección de la colección permanente comparte la sala D, antes Carlos Pellicer, con una muestra temporal de Mariana Dellekamp. Navarrete quiere restituir la sala especialmente para ese importante acervo, con lecturas diferentes, «dinamizadas,» que se entrelazan con disciplinas como el teatro y el cine, con la finalidad de «variar los discursos alrededor de esta carga histórica y académica» de la colección.

Sylvia Navarrete asegura que la totalidad de la colección permanente está enmarcada y en buen estado: «En cada préstamo de una pieza de la colección, sea esta patrimonial o no, se hace un dictamen de conservación y si hay necesidad se manda restaurar. Por lo general, cada mes se prestan alrededor de 60 obras, entonces la colección está en constante observación por parte del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble.»

Lo único que está mal, desde el punto de vista de la crítica de arte Teresa del Conde –quien dirigió el recinto de 1990 a 2001– es que «los íconos de la pintura mexicana, que sí tiene el MAM, no se pueden ver continuamente desde hace rato. Pero Sylvia Navarrete ya ha discurrido y pensado en que eso tiene que ser una parte relevante de la programación.»

Del Conde recibió el recinto «a tal grado en decadencia» que al mes pensó que no se podría hacer algo, pero «sí se pudo, gracias también a algunas autoridades del Museo Nacional de Arte.» Al concluir su gestión, dejó al MAM bastante bien. Su siguiente director, Luis-Martín Lozano, «lo mantuvo, pero las construcciones nuevas no salieron muy bien.» Osvaldo Sánchez, director de 2007 a 2012, también lo tuvo «muy bien.»

Teresa del Conde señala que el recinto «no tiene el público que merecería tener.» Reabrir la puerta de acceso al MAM, desde el Bosque de Chapultepec, frente al Monumento de los Niños Héroes, aumentó 30 por ciento la asistencia que fluctúa entre 11 y 15 mil personas al mes.

Respecto de las exposiciones, Jorge Alberto Manrique opta por las «temáticas,» aunque reconoce que las montadas en el MAM «son buenas.» También pide generar muestras que «puedan viajar.» Navarrete reconoce que han habido épocas en las que este museo «emblemático» ha tenido una obra «un poco oficialista.»

Abunda: «También es su misión hacer exposiciones conmemorativas, de homenaje, por ejemplo, la que vamos a tener el año próximo en torno a Pedro Ramírez Vázquez, pero paralelamente se pueden hacer muchas otras cosas que reviren un poco ese perfil oficialista.»

Libros de la pintora premisa de la muestra

La exposición Remedios Varo: la dimensión del pensamiento, que parte de la biblioteca de la pintora surrealista, la cual está en manos de Alexandra Varsoviano de Gruen, se abrió al público el miércoles 14 en el Museo de Arte Moderno.

De esta manera regresa a los muros del recinto el fondo completo de 38 obras de Remedios Varo Uranga (1908-1963), artista española refugiada en México en 1941, que Alexandra y Walter Gruen dieron en comodato en 2000 para su depósito y exhibición en el museo.

En su momento Beatriz Varo Jiménez, sobrina de la artista, promovió un juicio de petición de herencia. Sin embargo, los señores Gruen habían formado con sus propios medios la colección de pinturas y dibujos. En 2007 se resolvió que la Federación es la única y legítima propietaria de dichas obras pictóricas.

Sylvia Navarrete, directora del museo, expresa que en la actualidad se tiene el compromiso de montar una exposición al año en salas y otra itinerante; además, siempre se incluye obra de Varo en la exhibición de la colección permanente.

Es muy posible que Remedios Varo: la dimensión del pensamiento, muestra itinerante, se monte en el Centro Cultural Tijuana (Cecut), aunque reconoció que hay varias propuestas más.

«Dentro de uno o dos años quisiera hacer una exhibición que viaje a Europa, al sur de Francia, donde creo que tendría buena acogida, y a Estados Unidos. Tengo el pendiente de itinerar la colección de Remedios Varo, dada su relevancia. Además, es una artista que gusta mucho, que intriga al público,» indica la entrevistada.

Universo intelectual

De acuerdo con Navarrete, a partir de la biblioteca de Remedios Varo se pueden recuperar «ciertos campos de conocimiento, con los que la pintora constituyó su universo intelectual, imaginativo y emocional, que pasa obviamente por el ocultismo y la filosofía.»

Cuando Alexandra y Walter Gruen primero donaron la colección, el compromiso era que estuviera exhibida de manera permanente. Consultada al respecto, Alexandra Varsoviano señala que al principio con Luis-Martín Lozano (entonces director del MAM), Remedios tuvo su espacio. Después, con Osvaldo Sánchez desapareció la obra en la bodega, pero ahora sí piensan nuevamente darle su lugar.

En cuanto a la propuesta del MAM de realizar dos exhibiciones de la obra al año, una en el recinto y el otro itinerante, Alexandra Varsoviano la considera «muy positiva e interesante. Vamos a ver cómo se va a realizar.»

Recuerda que el 8 de octubre se conmemoran 50 años del fallecimiento de la artista.



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Fotografía / México: Las dualidades del fotógrafo Rubén Pax, en exposición.

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A partir del 22 de agosto, la Fototeca Nacional, en Pachuca, Hidalgo, exhibirá 50 imágenes que reflejan un antes y un después en la vida y trayectoria de este decano de la fotografía. (Foto: Archivo)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 20 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- Durante más de 40 años, la fotografía le ha regalado a Rubén Pax momentos de introspección, para él «sin luz es imposible entender la naturaleza humana, su presencia o ausencia nos permite conocer nuestra propia vida». Esta metáfora intrínseca en la obra del fotógrafo es el hilo conductor de Dualidades en blanco y negro, su más reciente exposición. Informa Conaculta.

A partir de este 22 de agosto, la Sala Nacho López de la Fototeca Nacional, en Pachuca, Hidalgo, exhibirá 50 imágenes que reflejan un antes y un después en la vida y trayectoria de este decano de la fotografía, aquellas que realizó sobre todo en la década de los 70 bajo su nombre de pila, Rubén Cárdenas Paz, y las que, desde su incursión en el diario La Jornada—a mediados de los años 80— firma como Rubén Pax.

En un pequeño departamento donde vaga el olor punzante de los químicos, espacio que le sirve para seguir enseñando los secretos de la alquimia, Rubén Pax habla de las historias de la Historia que le ha sido posible aprehender y que hasta el 6 de octubre permanecerán en la muestra organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

En sus fotografías quedó fija la dignidad de la pobreza presente en los rostros de los indígenas de la Sierra Norte de Puebla, la contemplación de los mendigos y el trajín de la clase obrera, el abuso de la fuerza policiaca, la indignación vuelta protesta, el desastre humano que produjo el terremoto del 85, la expresión en los ojos y las manos de escritores como José Saramago, Octavio Paz, Carlos Montemayor, Luis de Tavira y muchos más.

Rubén Pax dice admirar a sus colegas que logran vivir o sobrevivir de la fotografía, él siempre ha tenido que impartir clases. Lo hizo hasta 2009 en la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes, y ahora las ofrece a un reducido y privilegiado grupo de aprendices. «Yo quisiera vivir de la foto, pero no puedo. Yo no vivo de la foto, vivo para ella».

A inicios de los años 80, cuando una devaluación equiparó el precio de una caja de papel fotográfico al de un estéreo, Rubén Pax se dio a la tarea de comprar olvidados manuales y profundizar en los procesos alternativos de la fotografía, en químicos y materiales: colodión húmedo, cianotipia, Van Dyke (impresión en café), sales de cobre, papel salado. Fue el retorno a la alquimia.

Ese conocimiento de antiguos experimentos, de la paciencia y el asombro que implica la fotografía análoga, es evidente en el marcado claroscuro de sus imágenes, «los claroscuros de la existencia», como él refiere, de ahí el título de la exposición que puede visitarse en el Ex Convento de San Francisco, en el centro de Pachuca, sede de la Fototeca Nacional.

«Dar a luz se refiere al milagro del nacimiento del ser humano, y en la fotografía ocurre este fenómeno milagroso. Al entrar la luz por un orificio en una cámara oscura, los rayos son atrapados por una capa emulsionada, colocada en un soporte capaz de reproducir una imagen latente, ésta se expone a una solución reveladora dando el paso de la creación fotográfica», expresa.

En Dualidades, las imágenes se equilibran como si fueran las fuerzas del yin y el yang. Está la breve calma de los pescadores de Puerto Escondido y la solemnidad en los ritos nahuas de Pahuatlán, Puebla; pero también los contundentes garrotazos con que policías dispersan manifestaciones y el rostro desafiante de una maestra oaxaqueña que levanta su puño, mientras amamanta a su hijo.

Dentro del fotoperiodismo, Rubén Pax siempre se ha esforzado en «crear algo diferente, no sólo señalar, sino ser responsable con mis actos. A mediados de los 80, me enteré del ‘chayo’, el medio estaba muy corrompido; creo que no se debe ser ajeno cuando estás presenciando un hecho injusto».

En los 70, Rubén Pax, todavía conocido como Rubén Cárdenas, formó junto con otros colegas como Adolfo Patiño, Miguel Femmat, Héctor González Jiménez y Alberto Pergón, el grupo Fotógrafos Independientes, que en palabras del propio maestro de la lente deseaba lanzar las formas de expresión fotográfica a las calles, a los parques públicos, y promover la participación de jóvenes autores.

Este uso social de la imagen la mantiene como una filosofía al paso del tiempo. Para Rubén Pax, la fotografía no sólo nació para colgarse en galerías, por eso ha creado trípticos de imágenes que se van conformando mediante una composición colectiva, también trabajó en una lotería de oficios y actualmente en una de escritores mexicanos.

A través de Dualidades en blanco y negro, la Fototeca Nacional del INAH pretende difundir y reconocer el trabajo de Rubén Pax, perteneciente a una estirpe de fotógrafos formados en la paciencia de la imagen analógica, en la percepción del milagro de la luz, en los límites de la imagen mental y la real que se revela en el cuarto oscuro.

Previamente a la apertura de la muestra, el artista ofrecerá una conferencia dentro del ciclo Jueves Fotográfico, el 22 de agosto a las 18:00 horas, en la Sala Salvador Toscano, de la Fototeca Nacional.

La exposición permanecerá en la Sala Nacho López de este recinto (Ex Convento de San Francisco, Casasola s/n, centro de Pachuca) hasta el 6 de octubre, de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. La entrada es libre.



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Música / México: Un mexicano, primero en América que gana certamen de trombón

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Faustino Díaz, músico de 31 años. (Foto: Luis Humberto González)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 22 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- Uno de los mejores trombonistas del mundo es mexicano. Nació en Oaxaca, se llama Faustino Díaz y tiene 31 años. Una nota de Carlos Paul para La Jornada:

El músico ganó, hace una semana, el primer lugar del Concurso Internacional de Trombón, que se realizó en la ciudad de Jeju, Corea del Sur, el más importante encuentro musical para instrumentos de metal, a la par del Citta de Porcia, en Italia, y el que organiza la Asociación de la Radio, en Munich, Alemania.

Originario de San Lorenzo Cacaotepec, Valle de Etla, en Oaxaca, el trombonista triunfó ante más de 50 participantes de diversos lugares del mundo, convirtiéndose así, por primera vez, en el primer músico del continente americano en ganar dicho galardón, el cual ni trombonistas estadunidenses ni canadienses han conquistado.

Contento por dicho reconocimiento y de visita en nuestro país, ya que estudia la maestría en interpretación en la Alta Escuela de Música de Lausanne, Suiza, Faustino Díaz, compartió los esfuerzos y retos a los que se enfrentó para lograr esa distinción.

Este año, señaló, se implementó un nuevo sistema de votación, impuesta por la World Federation of International Music Competition.

 El jurado ya no se reúne para deliberar, sino que ahora registran su voto en un tabulador electrónico. Cuando termina de tocar el músico, sale en una pantalla quién tiene la mejor puntuación, como en las competencias de clavados; el propósito es hacer más transparente la votación.

Puntero en las cuatro rondas

El certamen duró ocho días y, de acuerdo con el jurado, los atributos que le valieron el primer lugar a Díaz fueron la musicalidad, técnica y presencia y seguridad en el escenario, además de manejar de manera correcta distintos estilos.

«Se tiene un año para preparar las obras que el jurado selecciona y que se deben de tocar. Este año éramos tantos, que en las preliminares en lugar de tocar dos conciertos, como se tenía previsto, sólo tocaron dos minutos de uno y dos del otro. Hubo músicos que sólo pudieron tocar 30 segundos y el que sigue. Eso significaba que debías ganarte al jurado en 15 segundos,» narró.

Desde la primera, de las cuatro rondas, Díaz fue el puntero en la votación. Para la tercera, de los 50 participantes, sólo pasaron 10 trombonistas; para la segunda, seis, y para la final sólo tres, entre ellos un polaco y un francés.

El puntaje, respecto del primero y segundo lugares, fue bastante alto. De uno a 22, Díaz obtuvo 21.5 puntos; el segundo lugar tenía 19 y, el tercero, 16.5 puntos.

«Desafortunadamente –indicó Díaz–, no hay ningún antecedente de que algún otro mexicano haya participado. Me siento muy contento, porque no soy el primer latinoamericano que gana ese concurso, sino el primero en América, pues en Estados Unidos ni en Canadá hay alguien que lo haya ganado, ni este (el de Corea del Sur), ni el de Citta de Porcia ni el de Munich, los tres más importantes del mundo, pues siempre ganan franceses o alemanes. Contra todo pronóstico, en competencia con trombonistas de Hungría, Italia, España, Corea, Alemania, Francia, Gran Bretaña, China y Japón (muchísimos de este último país), es la primera vez, en la historia del encuentro, que gana un músico del continente americano, un mexicano». Con ello, consideró el músico, «rompemos barreras.»

En este caso, «pude concursar gracias al apoyo del Conservatorio de Lausanne. Ellos me animaron. A mi regreso, además de pagarme todos los gastos y la beca de un año, me van a reconocer con una medalla.»

Contra el conformismo

En México, destacó Faustino Díaz, «vivimos, en el ámbito musical, una realidad bastante triste, muy alejados de lo que es el primer mundo.» El problema «es que los músicos empiezan a tocar poco y a ganar dinero y ya no quieren estudiar. Eso es una gran desventaja: el conformismo llega muy rápido. Por esa razón nuestra música se estanca. Los trombonistas no tenemos muchas partituras para tocar. Desde hace 40 años tocamos lo mismo, mientras en Europa se hacen al año 20 o 30 para trombón.

«Además, la mayoría de las autoridades culturales de nuestro país no tienen idea de lo que es la música. El sistema para solicitar una beca en México es obsoleto, como de hace 50 años. Aquí se hace todo un papeleo burocrático. En otros países te inscribes y tienes que ir a tocar en vivo, para el jurado. Aquí, en ciertos casos, son las secretarias las que deciden si pasa tu solicitud.»

Faustino Díaz se desempeñó como trombonista, trompetista y tubista en las mejores orquestas del país, como las filarmónicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Ciudad de México, así como en la Camerata de las Américas, entre otras.

Por el primer lugar, Díaz recibió un trombón nuevo, 10 mil dólares y hará una gira por Asia. La firma Trombones y Trompetas Antoine Courtois lo contrató por dos años para ofrecer recitales por varios lugares del mundo, incluida París, además de trabajar para la empresa Tubas y Cornetas Besson.

«El esfuerzo que inicié hace 15 años ha dado resultados. Desde que salí de mi casa y empecé a cantar en bandas, mariachis y tríos, en bares y luego en filarmónicas, me prometí que sería el mejor y ahora lo he logrado,» afirmó.

El pasado domingo, compartió Díaz, me visitó en mi casa de Oaxaca el pintor Francisco Toledo, quien me felicitó y brindó todo su apoyo.



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Fotografía / México: En el Munal muestran una narrativa de México mediante la fotografía

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Monjas en Boca del Río, Veracruz, 1965, fotografía de Nacho López incluida en la exposición del Museo Nacional de Arte.

Ciudad Juárez, Chihuahua. 22 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- En el Museo Nacional de Arte (Munal) se suma una diversidad de miradas para crear una narrativa: México a través de la fotografía, exposición que resume 170 años de este arte en el país, con una selección de alrededor de 330 imágenes procedentes de 35 archivos públicos y particulares. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:

La fotografía arribó al país en diciembre de 1839, cuando el francés Jean Francois Prelier desembarcó en el puerto de Veracruz y tomó una imagen en forma de daguerrotipo de la cúpula de la iglesia de San Francisco.

Al año siguiente, Prelier fotografió la Catedral Metropolitana, una reproducción con la cual se inicia la exposición organizada por el Munal y la Fundación Mapfre, con la colaboración de la Fundación Televisa. Al respecto, el museo ha emprendido la tarea de documentar la historia de la fotografía en México hasta 2010.

El etnólogo Sergio Raúl Arroyo –recientemente relevado como titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia, tema que «guarda» todavía, pero que «en el momento que considere conveniente lo trataré»– es el curador de México a través de la fotografía.

Intersticios de una realidad

Con la exposición en el Munal se concreta un proyecto que la Fundación Mapfre propuso a Sergio Raúl Arroyo hace dos años: hacer un libro-catálogo sobre la historia de México a través de la fotografía. Gran parte de la investigación en archivos fue realizada por Gina Rodríguez e Isaura Oseguera.

De acuerdo con el etnólogo se trataba de «emprender una serie de líneas fundamentalmente diacrónicas que marcaran las épocas más relevantes de México, pero que también contaran una historia que no estuviera circunscrita estrictamente a lo político, sino que viera los intersticios de una realidad compleja y diversa, como es la mexicana, que nos permitiera reconocer tanto los ámbitos públicos como hasta cierto punto los privados.»

La lista de más de 200 fotógrafos incluidos comprende a Claude Désiré Charnay, Hugo Brehme, Tina Modotti, los Casasola, los Mayo, Manuel Álvarez Bravo, Agustín Jiménez, kati Horna, Rodrigo Moya y Fabrizio León.

Durante el recorrido por la exposición el curador hizo énfasis en cuatro daguerrotipos que vienen del Armon Carter Museum of American Art, de Fort Worth, Texas: son fotografías de 1847, de la invasión estadunidense a México, halladas en los años 80 del siglo pasado en un granero, en Connecticut.

Arroyo explicó que la muestra «no está pensada para destacar a los grandes autores. Nunca buscamos que fuera el nombre que definiera, sino que la fotografía formara parte de esta narrativa.»

Respecto de la selección, se partió de 2 mil 500 fotos: «Las miradas son múltiples. Nos pareció que si hablamos de una historia tendríamos que dar testimonio de lo que fueron los espacios público y privado de las ciudades. Hablar de acontecimientos con cierta relevancia, pero que caracterizan una época. No puedes hablar de la reciente década si no tienes la presencia del narcotráfico. A lo mejor no es la foto sanguinaria que muchos imaginarían, sino imágenes de gran sutileza y profundidad. La historia no es algo dado, sino que la construimos, y la fotografía es uno de los recursos posibles.»

México a través de la fotografía será inaugurada hoy, a las 19 horas, en el Munal (Tacuba 8, Centro Histórico).



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Artes Plásticas / México: Tributo a Olga Costa con exposición en Bellas Artes

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Obra Corazón egoista, realizada en 1951. (Foto: Cortesía Museo del Palacio de Bellas Artes )

Ciudad Juárez, Chihuahua. 22 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- Los cien años del natalicio de Olga Costa serán conmemorados con la exhibición de 73 de sus obras. La muestra Apuntes de Naturaleza 1913-2013 abre al público el jueves 22 de agosto en el Museo del Palacio de Bellas Artes. Una nota de la redacción de El Universal:

Costa, quien con su esposo José Chávez Morado fundó en 1979 el Museo del Pueblo de la ciudad de Guanajuato, nació el 28 de agosto de 1913 en Leipzig, Alemania; este 2013 también se conmemoran los 20 años de su deceso, el 28 de junio de 1993.

La muestra que se inaugura la noche de este miércoles, es curada por Juan Rafael Coronel Rivera y constituye la primera vez que de manera individual se presentan sus obras en las cuatro salas del segundo piso de Bellas Arres. Es una selección de 73 piezas, entre óleos y dibujos de su autoría y un retrato tridimensional modelado por el artista Francisco Zúñiga. La muestra incluye cinco núcleos temáticos y es representativa de los géneros que más cultivó.

En un comunicado del INBA, el curador expresa que la muestra «trata de individualizar a la artista, porque al ser pareja sentimental del conocido pintor José Chávez Morado, siempre se la ha asociado a la vida y desarrollo de él, sin tomar en cuenta que su devenir plástico es distinto, e incluso contrario al que propuso su insigne marido».

La muestra presenta autorretratos, retratos y sus primeras obras, piezas con marcada influencia de la Escuela Mexicana como Las bañistas, el primer óleo sobre tela que la artista realizó en su carrera plástica, de acuerdo con Coronel Rivera.

Se pueden paisajes que dejan ver la fascinación por la naturaleza, la irrupción del hombre en el entorno natural y la experimentación con otros modos de representación como la abstracción. También se encuentran naturalezas muertas, otro tema que ella desarrolló.

Una vida para el arte

Olga Kostakowsky Fabricant nació el 28 de agosto de 1913 en Leipzig, Alemania. En 1925 llegó a México en compañía de sus padres. Desde pequeña su vida estuvo marcada por el devenir cultural, primero europeo y, posteriormente, mexicano, lo que le permitió tener un espectro amplio de las distintas manifestaciones estéticas que se desarrollaron en estos sitios durante el periodo moderno del siglo XX.

Su atracción por la pintura la llevó en 1933 a ingresar a la Escuela Nacional de Artes Plásticas, bajo la tutela de Carlos Mérida y Emilio Amero. En 1935 contrajo matrimonio con el pintor José Chávez Morado.

Costa participó en la fundación de la Galería Espiral junto con un grupo de artistas. En 1943 fundó la Sociedad de Arte Gamboa bajo la dirección de Susana y Fernando Gamboa, espacio que se constituyó como la primera galería en montar exposiciones de otros países en México. En 1945 presentó su primera exposición individual en la Galería de Arte Mexicano.

Costa fue reconocida con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de Bellas Artes en 1990.

Las piezas de la exposición Apuntes de Naturaleza 1913-2013 son de colecciones particulares e instituciones de México y los Estados Unidos, como el Museo Olga Costa-José Chávez Morado, Museo de Arte e Historia de Guanajuato del Fórum Cultural Guanajuato, Museo Soumaya, Museo de Arte Moderno, INBA, Galería de Arte México, Drexel Galería, Galería Interart, colección FEMSA, colección Andrés Blaisten, colección Pérez Simón, colección Banco Nacional de México, entre otras.

La exposición estará abierta a todo el público a partir del 22 de agosto y hasta el 27 de octubre, de martes a domingos, en horario de 10:00 a 18:00 horas.



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Medios / México: «En busca del cuento perdido», programa radiofónico, festeja tres años al aire

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Sandra Lorenzano, en la Universidad del Claustro de Sor Juana. (Foto: Yazmín Ortega Cortés)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 22 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- «Todos tenemos una historia que contar,» dice la escritora Sandra Lorenzano.

Con tal premisa nació el programa de radio En busca del cuento perdido, que este jueves celebra su tercer aniversario con un encuentro entre escritores, músicos y radioescuchas, en el auditorio Divino Narciso de la Universidad del Claustro de Sor Juana. Una nota de Ericka Montaño Garfias para La Jornada:


Y esta es la historia de cómo la escritora llegó desde Argentina, a la literatura, la academia, la escritura, la conducción de ese programa, que se transmite los lunes por el Instituto Mexicano de la Radio (Imer) y en el que no sólo se habla del cuento: da cabida a otros géneros, como la novela y la poesía y, sobre todo, incita a los radioescuchas a escribir, a crear sus propios mundos.

Sandra Lorenzano nació en Buenos Aires, se crió en el pueblo El Talar de Pacheco, en la zona conurbada que rodea la capital argentina. Ahí creció entre calles de tierra y trepada en una bicicleta, rodeada de gatos, perros, gallinas, tortugas... y libros.

«Mi padre es médico, mi madre era artista plástica. Los dos lectores. Empecé a escribir como muchas personas porque quería que las historias que me gustaban no se terminaran. Siempre cuento que a los 12 años mis padres me hicieron uno de los mejores regalos que podrían haberme hecho: plantarme junto a la biblioteca que tenían y decirme ya puedes leer lo que tengas ganas.»

Enriquecimiento mutuo

Sandra Lorenzano llegó a México unos meses después del golpe de Estado de 1976 y aquí se quedó. Estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde también impartió clases y tuvo cargos como el de secretaria de Extensión Académica de la Facultad de Filosofía y Letras.

Hoy, desde varias trincheras, contagia el gusto por la lectura y la escritura, desde la vicerrectoría de la Universidad del Claustro de Sor Juana hasta las novelas que ha escrito, los ensayos, y la poesía (aunque ha publicado poco en este género). Lo que escribe mucho menos son cuentos.

Desde la escritura temprana de poesía hasta que decidió entrar de lleno en la escritura de novela transcurrieron muchos años. «Me pasó lo mismo que nos pasa a muchos que estudiamos letras: una vez que te metes en el mundo de la literatura desde la crítica, desde la teoría, que comienzas a entender lo que es la historia de la literatura, de dónde vienes, de dónde viene tu tradición, dices: ‘no puedo escribir con todo ese peso sobre los hombros’», dice en entrevista.

A la par de la poesía, que no ha dejado de escribir, se fue más hacia el ensayo literario y académico. «Respeto y admiro el trabajo académico, lamento que en nuestro país muchas veces el trabajo literario esté tan separado del mundo académico, no con todos. Hay también buenos escritores académicos, pero en general hay cierta separación entre uno y otro ambiente. Me parece que son dos espacios que tienen que convivir, dialogar y que se alimentan y enriquecen mutuamente.»

Además, recuerda, no se animaba a escribir. Una de las razones fue que hacer crítica literaria la colocó en una situación de autoexigencia. «Pasaron muchos años y mucha vida, sobre todo mucha vida, porque a veces la vida no se mide en años, a veces la vida te cambia o te da o te quita en un instante y eso te transforma. Un buen día estaba en un congreso en Portugal, estaba muy clavada leyendo una novela, se terminó la novela y me pasó lo mismo que me pasaba a los ocho, nueve o 12 años cuando terminaba un libro que me gustaba mucho, dije: ‘¿por qué no escribo una novela?’»

Así nació Saudades. Y como ella indica, «se desbloquearon muchas cosas en mi vida y una de ellas fue la escritura. Soy lo que la historia de la literatura llamaría una escritora tardía, pero no importa. Cuando me preguntan qué quisiera cambiar en toda esa historia, pues quisiera haberme dado permiso antes de escribir ficción.»

Fue un salto de la poesía a la novela. ¿Qué pasó con el cuento?

He escrito muy poco cuento. Tengo un par de cuentos en antologías, cuando me los piden, los escribo. No me nace escribir cuentos porque me gusta meterme en la dinámica de largo aliento que tiene la novela, me gusta mucho eso, aunque soy buena lectora de cuentos, me gusta mucho el género cuento, leo muchos cuentos, y de hecho el programa es En busca del cuento perdido, aunque en realidad hablamos de todos los géneros.

Cuando voy a escribir, incluso con historias que nacen como cuentos, comienzo a meterme en ese mundo y me pasa lo mismo que con la lectura. Me voy enganchando y encariñando y quiero seguir, y me gusta vivir en el mundo de la novela durante el año o los dos años que te lleva la escritura de una novela. Creo que con la escritura una de las peores cosas que puedes hacer es tener apuro.

¿Por qué entonces la idea de un programa que lleva en el nombre la palabra cuento?

Creo que el cuento es uno de los géneros más atractivos y más nobles, también de los más complicados. Es muy difícil escribir buen cuento, pero es un género que permite ser transmitido de una manera mucho más fácil o fluida. Yo puedo leer en un programa un cuento corto, en cambio si sólo leo un fragmento de novela a lo mejor como radioescucha te quedas un poco en el aire.

Historias por contar

¿El cuento como vehículo de promoción de la lectura?

De disfrute de la lectura. La palabra promoción no me gusta, porque suena muy a mercado y muy de a fuerzas. Hace más de 30 años que doy clases, y un poco mi experiencia en el salón es que no hay mejor manera de transmitir el amor por la literatura que hablando de literatura y dejando que sea ésta la que llegue a las personas, ya sea los alumnos, los radioescuchas o a tu hija. Entonces, la posibilidad de compartir la lectura de un cuento y, sobre todo, lo cual sucede en el programa: la invitación a que escriban sus propias historias solamente se puede dar en un género como el cuento.

En En busca del cuento perdido también se da la posibilidad de incluir poesía, novela, pero sobre todo entender el trabajo creativo como algo al alcance de todo el mundo. Quizá no todos se van a convertir en escritores profesionales, pero algo que decimos en el programa y me gusta subrayar es que todos tenemos una historia que contar, ¿por qué no animarnos a narrarla? Saquemos a la literatura y al trabajo creativo de esa torre de marfil en que algunos, cada vez menos por suerte, han querido encerrarla y pongamos la literatura y la creación al alcance de las personas.

El festejo por los tres años de En busca del cuento perdido se inicia este jueves a las 18:30 horas. Además de los invitados, habrá rifa de talleres que se imparten en el Programa de escritura creativa y muchas actividades, como la presentación de un libro de poesía de los estudiantes del Programa de Escritura Creativa, y de Pasiones y obsesiones, que son videos de cinco minutos con entrevistas a escritores y lleva el título del libro más reciente de Sandra. La entrada es gratuita.



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Obituario / Marian McPartland

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La renombrada pianista de jazz y anfitriona del programa de radio Piano Jazz de NPR. (Foto: Archivo)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 22 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- La brillante pianista de jazz Marian McPartland falleció el pasado martes a los 95 años de un ataque cardiaco en su casa de Long Island, en Nueva York, ha informado su discográfica, Concord Music Group. Una entrega de AFP:

La artista desarrolló una carrera de más de 60 años, en la que grabó más de 50 álbumes y fue reconocida con numerosos premios. De origen inglés, la música, también fue conocida por haber animado durante 30 años la emisión de Piano Jazz en la National Public Radio estadounidense. Ahí entrevistó prácticamente, según fuentes de la emisora, a todas las grandes figuras del jazz después de la Segunda Guerra Mundial.

McPartland contó en esa misma radio que su pasión por la música había comenzado muy temprano, cuando era pequeña y escuchaba a su madre interpretar piezas en el piano. «A partir de ese momento no recuerdo cuándo dejé de tocar porque lo hacía día y noche, allá donde me encontrara», dijo entonces. Y recordaba también que en casa de una de sus tías, en la guardería, en los lugares en los que estuviera el instrumento, allí tocaba.

La pianista se casó dos veces con el músico Jimmy McPartland.

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